La electroestimulación neuromuscular es una técnica que puede emplear diversas corrientes eléctricas para provocar una estimulación muscular que desencadene en la deseada contracción. 

Las ondas rusas o corrientes rusas son una de las tantas empleadas en esta técnica.

Se trata de trenes de frecuencia media (2500 Hz de frecuencia portadora), moduladas con señales de baja frecuencia (10 a 100 Hz), que generan estímulos eléctricos uniformes y mantenidos en un lapso de tiempo. Se emplean tanto en fisioterapia como en estética.

Al ser aplicadas sobre el cuerpo muscular generan una contracción involuntaria, no alteran la sensación cutánea, mejoran el trofismo muscular y fuerza gracias a que actúan en profundidad.

Las ondas rusas se caracterizan por:

Comienzan de cero y van aumentando de forma progresiva durante la llamada “rampa de subida”.

Esta intensidad se mantiene durante un lapso determinado de tiempo (contracción) y va menguando paulatinamente durante la “rampa de bajada”.

Entre cada impulso se mantiene en cero para dejar descansar el cuerpo muscular, período que se denomina de relajación.